A medida que el frío y las bajas temperaturas comienzan a ser más frecuentes, es esencial mantener nuestro vehículo personal en perfectas condiciones para hacer frente a cualquier imprevisto que puede acaecer en la carretera durante el invierno. Llevar a cabo las tareas de mantenimiento previstas son claves para garantizar que nuestro vehículo está preparado para circular ante condiciones climatológicas adversas, sobre todo en invierno.

Entre las numerosas tareas de mantenimiento, hay un líquido fundamental que no debemos pasar por alto: el líquido anticongelante. Este líquido cumple una función crucial al proteger el sistema de refrigeración de nuestro vehículo de las bajas temperaturas extremas.

¿Por qué revisar el líquido anticongelante?

El líquido anticongelante no solamente evita que el agua en el motor se congele, sino que también ayuda a regular la temperatura, asegurando un rendimiento óptimo del motor en todo momento. En otras palabras, el líquido anticongelante es esencial para un correcto funcionamiento del sistema de enfriamiento del coche, evitando tanto el sobrecalentamiento como la congelación del líquido en temperaturas extremadamente bajas. ¿Por qué? Porque los refrigerantes son capaces de mantenerse en estado líquido aunque se encuentren a varios grados bajo cero. En otras palabras, tienen un punto de ebullición más alto que el agua lo que le permite soportar temperaturas muy extremas. Así mantener el nivel adecuado de anticongelante en nuestro puede marcar la diferencia para circular de manera segura en invierno.

Leticia Domínguez