Los 11 mejores motores de 4 cilindros de la historia
Los cuatro cilindros han sido, durante décadas, la disposición más utilizada por los fabricantes de motores en todo el mundo. No es casualidad. Esta configuración es simple, tanto en diseño, como en construcción. Son versátiles, pues no ocupan mucho espacio y tampoco son muy pesados. También son económicos de producir y no tienen consumos tan elevados como otros motores.Prácticamente, todos los fabricantes importantes de automóviles han diseñado alguna vez un motor de cuatro cilindros. Por eso, destacar en este segmento es complicado. Han existido cientos de motores de este tipo. Muchos de ellos son muy buenos, pero hoy nos vamos a quedar solo con los que se salen completamente de la media.¿Quieres saber cuáles son? Hemos hecho una lista en la que tanto propulsores diésel como gasolina son aceptados. Eso sí, nos quedaremos únicamente con los bloques con disposición en línea, pues sobre motores bóxer nos daría para escribir una entrada por separado. ¿Preparado? Aquí tienes los que consideramos que son los mejores motores de cuatro cilindros en línea de la historia:
- Volkswagen 2.0 TSI (EA888)
- Mazda SkyActiv-G
- Honda F20C
- Honda B16B
- Volkswagen 1.9 TDI
- Mercedes-AMG M139
- BMW S14
- Toyota 3S-GTE
- Nissan SR20DET
- Mitsubishi 4G63
- Saab B234R
Volkswagen 2.0 TSI (EA888)
Convertido ya en toda una familia de motores, el Grupo Volkswagen tiene actualmente entre sus filas uno de los mejores propulsores de 4 cilindros en línea del mercado y de la historia. Estos bloques son capaces de ofrecer un muy amplio rango de potencias, un consumo bastante bajo y una fiabilidad interesante, especialmente en las últimas generaciones del motor.El motor en sí es muy versátil, y se monta en vehículos de lo más variado: desde la típica berlina de Audi hasta coches más disfrutones, como el Volkswagen Polo GTI. En este último, el bajo peso del bloque de 2 litros turboalimentado y sus prontas recuperaciones, hacen que el coche vuele.No obstante, hay para elegir. Este motor se comercializa en sus variantes más preparadas en automóviles como el Audi S3, el Volkswagen Golf R o el Skoda Octavia RS, entre muchos otros.
Mazda SkyActiv-G
Decía Walter Lippmann que donde todos piensan igual, nadie piensa mucho. Históricamente, Mazda se ha desmarcado de sus competidores precisamente, estrujándose la cabeza para dar con soluciones completamente diferentes. En la era de la miniaturización, donde hacer motores tricilíndricos turboalimentados es la moda, Mazda nos sorprendió a todos haciendo lo que todo el mundo creía que no funcionaba. Alerta spoiler: sí que funciona.Donde el resto redujo cilindrada, Mazda la aumentó. Cuando todos añadían un turbo, los japoneses pensaron que su propulsor tenía que ser sí o sí, atmosférico. Y, por supuesto, nada de restar cilindros. El SkyActiv-G juega con una increíblemente alta relación de compresión para conseguir una potencia bastante elevada y un consumo muy bajo. Dispone de tecnología de desactivación de cilindros, un sistema de escape muy medido y una tecnología de combustión extremadamente avanzada para prevenir el knocking. El resultado de todo esto es un motor grande, potente, fiable y que cumple a la perfección con los estándares ambientales. Por si fuera poco, también se combina con hibridaciones tipo MHEV en algunos vehículos.La variante más interesante de este propulsor es el 2.5 SkyActiv-G, capaz de generar 186 CV en coches como el Mazda 3 y el Mazda CX-5. No obstante, la versión 2.0 que se usa en el MX-5 también es muy popular y tiene muy buenas valoraciones.
Honda F20C
Los más jóvenes no lo entenderán, pero hubo una época en la que te podías comprar un deportivo con un motor muy bestia con un sueldo de lo más normal. Hablamos de los primeros años de este siglo, y hablamos del Honda S2000, una joya cuyo precio se ha disparado en el mercado de la segunda mano.El corazón del S2000 era el F20C, un motor VTEC de 2 litros de cilindrada que desarrollaba 240 CV y que torturaba a cualquier persona que tuviera tímpanos cuando la aguja marcaba las 9.000 revoluciones.En su día, este motor registró el récord de mayor potencia por litro en un bloque atmosférico, cosa que no nos extraña, pues el trabajo de ingeniería que hubo detrás de su desarrollo es de sobresaliente.
Honda B16B
Una década antes de que saliera el F20C, Honda ya había demostrado que sacar potencia de un motor tetracilíndrico era su especialidad. El motor B16B no es el típico 1.6 atmosférico de gasolina, solo hay que ver los astronómicos precios que tienen en el mercado de ocasión.Pero, ¿qué tiene de especial? Este motor fue utilizado en el Honda Civic Type R EK9, una de las cajas más icónicas que ha tenido este compacto japonés. Sin necesidad de turbo, Honda consiguió orquestar su distribución VTEC para dar 185 CV a 8.200 vueltas.
Volkswagen 1.9 TDI
Son motores nerviosos, suenan mal, huelen peor… y nos da exactamente igual. La reputación de este motor diésel de 4 cilindros en línea del Grupo Volkswagen no ha hecho más que aumentar con el paso del tiempo. Son propulsores relativamente fáciles de mantener, mucho más sencillos que sus sucesores y duros como rocas.Los motores TDI se caracterizan por tener muchísima patada a bajas revoluciones, lo que permite una conducción con un carácter algo más deportivo, aunque llevemos un diésel. Esto, sumado a la potencia, el consumo y la fiabilidad de estos bloques, es lo que ha llevado a creer a muchas personas que se trata de uno de los mejores motores de la historia.Eso sí, los 1.9 TDI están ya entrados en años, y se nota. Los coches que lo montan y que están en el mercado de segunda mano no están en las mejores condiciones. Sus precios también están muy inflados, fruto de esta leyenda que se ha creado.
Mercedes-AMG M139
Las normativas ambientales han sido para los ingenieros de la industria del automóvil como un freno de mano. Comprar un coche con muchos cilindros a día de hoy es casi imposible si no te sobra el dinero. Por suerte, los ingenieros suelen salirse con la suya cuando se obsesionan con un tema. ¿No podemos hacer un V8? Pues haremos un tetracilíndrico que rinde como un V8.Hasta la fecha, el motor Mercedes-AMG M139 es el propulsor de 4 cilindros en línea más potente del mundo —sin contar los motores trucados, claro—. La versión estándar es capaz de desarrollar 421 CV y 500 Nm de par, nada mal si tenemos en cuenta que se equipa en vehículos como el Clase A o el CLA Coupé. La versión más radical de este propulsor se monta en el Mercedes-AMG C 63 S E Performance, donde alcanza los 476 CV.El resultado de tanta ingeniería es sencillamente espectacular. Aunque solo tiene 4 cilindros, su respuesta es inmediata, fruto de lo bien afinados que están tanto la alimentación como el turbocompresor.
BMW S14
Cuando piensas en un BMW M3, te imaginas que lleva un motor enorme, pues no han sido pocos los que han usado motores de 6 u 8 cilindros. Sin embargo, hubo una época en la que el M3 era un coche un poco más modesto. Era más pequeño, más sencillo, y no necesitaba un propulsor sobredimensionado para destacar. Este fue el caso del BMW M3 E30, comercializado entre 1986 y 1991.El M3 E30 apenas pesaba 1.200 kilos, por lo que el motor S14 de 4 cilindros le iba como anillo al dedo. Durante su comercialización, el motor fue ganando potencia, partiendo de los 200 CV y estableciéndose en los 238 CV. También ganó muchas carreras, pues se convirtió en el coche más exitoso de la historia del DTM, e incluso dio mucha batalla en el mundo de la resistencia, ganando cinco veces las 24 Horas de Nürburgring.
Toyota 3S-GTE
También a mediados de la década de los 80, Toyota lanzó el 3S-GTE un motor gasolina turbo de 2 litros basado en el 3S-GE, que era atmosférico. En el desarrollo intervino Yamaha, que fue la encargada de diseñar la culata de aleación de aluminio de 16 válvulas.Este motor se comercializó hasta el año 2007, con distintas evoluciones. La versión original desarrollaba 185 CV, mientras que la última alcanzaba los 260 CV. Fue el alma de varios deportivos icónicos de esta casa japonesa, como el Celica y el MR2.
Nissan SR20DET
A finales de los 80, Nissan sacó un motor que sigue siendo muy codiciado a día de hoy. El SR20DET era un 2.0 turbo que rápidamente se convirtió en el motor favorito de los entusiastas del tuning. Se vendió hasta el año 2001, e hizo latir a vehículos tan icónicos como el Silvia.Ya de serie, este motor demostró ser especialmente versátil. Nissan lo montó en coches muy diferentes, adaptando en cada caso el turbo y otros componentes. Originalmente, daban entre 200 y 250 CV. Sin embargo, con el SR20DET se han hecho muchísimos experimentos. Su buena construcción y resistencia han hecho que algunos entusiastas hayan dedicado esfuerzo y dinero en potenciar este propulsor hasta límites que ni los propios ingenieros nipones habrían imaginado.Usando un aceite en condiciones, no siendo rácano y utilizando gasolina de una calidad correcta, estamos hablando de un motor que da para 350.000 kilómetros. Vamos, que si estás pensando en importar un S15 de Japón, no vas a hacer ninguna locura.
Mitsubishi 4G63
Galant, Lancer, Montero, Eclipse… los vehículos más icónicos de la historia de Mitsubishi llevaron alguna vez una variante del motor 4G63. Este propulsor vio por primera vez la luz en el año 1981, pero su gran construcción hizo posible que la marca japonesa siguiera comercializándolo hasta el año 2014.El motor Mitsubishi 4G63 no es el más eficiente del mundo. Su éxito proviene de un increíble trabajo de diseño en el que lograron dar con un propulsor atmosférico muy robusto, sencillo y muy fácil de mantener. Como resultado, tenemos uno de los motores más fiables de la historia, con un bloque de hierro de 2 litros, una culata de aleación de aluminio y una muy buena resistencia al sobrecalentamiento.Este motor ha tenido muchas versiones. Las primeras llevaban culatas de 8 válvulas y desarrollaban potencias sobre los 109 CV. Las variantes modernas, ya con doble árbol de levas, conseguían dar hasta 144 CV. Todos tienen en común su gran fiabilidad. La única forma de mandar uno de estos al desguace es no cambiarle el aceite, o ignorar el mantenimiento de las correas.
Saab B234R
Saab nunca fue una marca conformista, de ahí que buscaran soluciones diferentes a las de otros fabricantes. Entre 1993 y 1997, el Saab 9000 estuvo propulsado por un cuatro cilindros en línea que rendía como el de un avión. Nos referimos, como no puede ser de otra forma, a la versión turbo del motor Saab B234R.Este motor tenía 2,3 litros de cilindrada y rendía unos 225 CV (algo menos en las versiones que iban asociadas a una caja automática). Además de ser potente, la mecánica era muy fiable. Bien mantenido, muchos dueños decían que no tenían problemas hasta los primeros 250.000 kilómetros, lo que no está nada mal para un motor noventero. Sin lugar a dudas, fue uno de los motores más interesantes que produjo la marca sueca antes de echar el cierre.
Daniel Marín