Que sea antiguo no significa que tu coche deje de funcionar. Pero, como sucede con cualquier aparato, cuidar el vehículo es vital para prolongar su vida útil y ahorrarte costosas averías. Toma nota de estas cinco acciones fundamentales para que tu coche viejo dure un año más.
Haciendo un buen mantenimiento de tu coche viejo, puede funcionar años y años. Se trata de realizar pequeñas acciones, como cambiar el aceite a tiempo, arreglar una pequeña pieza o reparar algún elemento de la mecánica, que pueden suponer un desembolso en ese momento, pero evita visitas al mecánico más dolorosas.
Antes de entrar en materia, el mejor consejo que podemos darte es que nunca ignores el menor síntoma: una pieza defectuosa nunca se repara por sí sola. Recuerda que los ruidos extraños suelen delatar algún problema en el motor o en otros componentes mecánicos.
En el caso de los frenos, si llega a rozar metal contra metal, puedes despedirte de los discos. Con la correa de distribución está en juego la vida del motor. Presta también atención al color del humo del tubo de escape.
Coge papel y boli y apunta estas cinco acciones para que tu coche viejo dure un año más.
1 Revisa las ‘tripas’ del coche
Cuando hablamos de las tripas del coche, no nos referimos al motor, sino a piezas y espacios más profundos, esas zonas del vehículo que no están a la vista. Es fundamental proteger el coche de la corrosión y cuidar le interior del motor con cera o grasas protectoras.
Algunos especialistas utilizan un endoscopio especial para poder observar las cavidades del coche. Muchas veces el aspecto que ofrecen los huecos no es el idóneo y se recomienda un tratamiento con grasa o cera.
2 Repasa las juntas de goma
Con el paso del tiempo, los plásticos de un coche envejecen por la influencia del medio ambiente y soportan mal el uso de detergentes inadecuados. Atención con los productos que tienen fuertes propiedades abrasivas, porque pueden dañar las partes de goma o las piezas de plástico.
Las gomas se pueden deteriorar por muchos factores externos. Si ocurre esto, además de un aspecto vetusto, tu coche sufrirá más los estragos climatológicos: por ejemplo, puede entrar agua en el habitáculo con lluvia fuerte.
Para evitarlo, usa renovadores de goma cada cierto tiempo y, en verano, cubre el salpicadero para que no le dañe el sol.
3 Comprueba el nivel de aceite
Esta es una de las acciones fundamentales par que los coches clásicos duren un año más. si ves que se enciende el testigo de medición del nivel de aceite no puedes retrasar ni un minuto el relleno: eso es que está muy por debajo de la marca de mínimo.
La falta de lubricante puede ocasionar graves daños en el motor. Se recomienda comprobar el nivel, al menos, una vez al mes.
4 Sustituye la correa de la distribución
Otro componente del motor que hay que vigilar y cambiar a su debido tiempo. Es una de las averías más caras de reparar. Ten cuidado con los intervalos de cambio de la correa que establece el fabricante si ya se terminó la garantía.
Si se rasga antes de tiempo, lo más probable es que no recibas ninguna compensación. En cualquier caso, respeta los plazos preestablecidos como si fuera algo sagrado, incluso trata de no apurarlos y pasarte de previsor.
5 Espera a que se caliente el motor y no hagas maniobras bruscas
Por último, si quieres que tu coche viejo dure un año más, es bueno no exigirle demasiado al motor durante los primeros kilómetros o acelerarás su desgaste. Deja que el agua y el aceite alcancen su temperatura óptima, esto es, 90 y 75 grados, respectivamente.
El aceite motor es, precisamente, el que más tiempo tarda en calentarse. Lo malo es que muchos coches ya no incorporan indicador de temperatura de agua ni de aceite.
En segundo lugar, evita hacer maniobras bruscas, como acelerones y frenazos, solo conseguirás acelerar el desgaste de muchas piezas, como los frenos y la transmisión, así como aumentar el consumo de combustible.
Álvaro Escobar