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Cómo quitar el hielo del parabrisas sin romperlo

Llegan los días más fríos del año y el hielo en el parabrisas es uno de los principales inconvenientes a los que debemos hacer frente. Te explicamos cómo evitar este problema sin riesgos.

Como se suele decir, vale más prevenir que remediar, así que estos días de frío lo mejor es que evitemos en lo posible que se forme el hielo en el parabrisas, pero a veces no es posible. Si no consigues evitar que se congele el parabrisas, te explicamos a continuación cómo quitar el hielo del mismo sin romperlo. Eso sí, ten en cuenta que el hielo no sólo se forma en el parabrisas, también en los faros y pilotos traseros, especialmente ahora que son LED y no generan calor suficiente para descongelarse ellos mismos.

Para evitar que se forme hielo y evitar problemas con la congelación estos días de frío, debemos seguir estos consejos:

Lo primero que debemos hacer es vaciar el agua y el jabón del lavaparabrisas del coche y cambiarlo por un líquido limpiaparabrisas especial para el invierno, que contiene un aditivo anticongelante. De lo contrario, es fácil que se congele el agua y deje inútil el mecanismo, algo muy incómodo y peligroso.

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Para evitar que el parabrisas se cubra de hielo hay muchos trucos: el mejor es dejar una manta vieja y gruesa sobre el cristal, cogida por los marcos de las puertas cerradas. Un cartón grueso o papeles de periódico también son efectivos, pero más difíciles de sujetar. Es cierto que nuestro precioso coche perderá todo el glamour con estos «accesorios», pero, como decía Góngora: «ande yo caliente…»

Cómo quitar el hielo del parabrisas: ojo con el agua caliente

Aunque pueda parecer buena idea, no lo es. Nunca eches agua caliente para descongelar un parabrisas.

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Si no hemos evitado que el parabrisas se congele, vamos a ver los trucos más frecuentes que se suelen usar… y si son o no efectivos:

  • Aunque no es muy ecológico, enciende el coche y pon la luneta térmica

    y la calefacción al máximo (aunque tardará en salir aire caliente mientras el motor esté frío); dirige el chorro de aire hacia el parabrisas. Subirá un poco la temperatura del cristal y el hielo se irá ablandando, lo que te facilitará el trabajo. Ojo, deja una ventanilla trasera abierta para que no se cierren las puertas con las llaves dentro del coche. No emplees esta técnica si estás en un lugar cerrado (sé que sería raro, ya que en un garaje no debería formarse hielo en el parabrisas, pero puede pasar) podrías intoxicarte con el monóxido de carbono.

  • Un clásico, la tarjeta de crédito: personalmente no lo recomiendo, salvo que tengas una de recambio, ya que es probable que no quites el hielo, pero sí estropees la tarjeta. Cualquier carné de plástico rígido (ése en el que está el teléfono de asistencia del seguro, el del vídeo-club…) hace el mismo trabajo y no supone tanto problema estropearlo. Sólo sirve si la capa de hielo no es muy gruesa. Si la temperatura ha bajado mucho, el hielo será muy duro y no podremos «rascarlo» con la tarjeta de plástico. Si la capa es fina, sí nos puede servir, pero usa cualquier cosa que no implique ser reemplazada con un «doloroso» proceso, por si acaso.

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  • Agua caliente: no es lo más recomendable salvo que el parabrisas esté en perfecto estado. Si tiene alguna grieta o chinazo, se romperá en mil trozos, pero si el parabrisas está en buenas condiciones se puede verter agua caliente, lentamente, no lances el cubo de golpe.
  • Asociando ideas, la sal: Más de una vez he visto cómo frotan con sal el parabrisas para quitar el hielo, supongo que será por aquello de que si echan sal en la carretera para evitar el hielo, porqué no en el parabrisas… JAMÁS. Primero porque no descongela: evita que el agua se congele si está mezclada con ella, pero es muy lenta deshaciendo el hielo una vez está creado. Además, tiene dos puntos negativos importantes: el primero es que es fácil que rayemos el parabrisas, dejándolo inservible, y el segundo, que es muy corrosiva para la chapa del coche.
  • El sanitario: con alcohol. El alcohol tiene un punto de congelación más bajo que el agua, por lo que se mantiene líquido a menos temperatura. Puede ser un buen arma si la capa de hielo no es muy gruesa; de lo contrario, necesitaremos bastante cantidad de alcohol para descongelarlo (aunque todos tenemos un par de conocidos que serían capaces de solucionarme el problema echando el aliento encima del coche…).
  • El previsor: rasqueta y anticongelante. Sin duda es el mejor método; son dos cosas que apenas ocupan espacio en el coche y no cuestan mucho. Por menos de 10 euros tienes las armas definitivas para librarte del hielo en un periquete. La rasqueta debe ser de plástico para no dañar el cristal, ni los marcos del parabrisas, y debemos empezar desde los bordes hacia el centro. Primero rociamos el líquido anticongelante en el cristal y luego pasamos la rasqueta: en dos minutos, listo.
  • El que sabe lo que compra: parabrisas térmico. Ford, cuando lanzó el Galaxy, patentó el parabrisas calefactado. En lugar de una pintura conductora como la que se usa en las lunetas térmicas (y que es perfectamente visible a simple vista), emplea unos hilos muy finos que son casi invisibles y que están encapsulados en el laminado del parabrisas. Actúan igual que la luneta térmica, caldeando el parabrisas. Como están por toda la superficie, aunque son muy rápidos calentando el cristal, no lo rompen porque distribuyen el calor de forma uniforme, eliminando los puntos de tensión. Muchos coches (sobre todo, los de la propia marca) montan parabrisas calefactados: lee el manual de tu vehículo y, si lo tiene, úsalo: es muy sencillo y eficaz.

No te olvides de los faros y luces traseras

Para nuestra seguridad no sólo es importante ver, también que nos vean. Además del parabrisas, el hielo también suele cubrir los faros del coche. Si tu automóvil lleva lámparas convencionales de incandescencia, no te preocupes: el calor que genera la bombilla al encenderla descongelará la superficie y la mantendrá limpia; no pierdas ni un minuto en ellos. Sin embargo, si tu coche equipa faros de xenón o LED, debes saber que, aunque su luz es mayor, es mucho más fría: el calor que generan no es suficiente para descongelarlos. Tendrás que hacer lo mismo que en el parabrisas si quieres que iluminen bien y no deslumbren al tráfico contrario.

Si quieres más trucos, echa un vistazo a nuestro especial sobre conducción invernal.

Vídeo: cómo desempañar el parabrisas