Lamborghini está a punto de entrar en la era de la electrificación, algo que ocurrirá el próximo año, con la llegada de su primer modelo híbrido. Pero antes, la firma italiana quiere mirar al pasado para rendir un homenaje a su legendario motor V12 y al coche que sentó las bases del ADN de la marca: el Lamborghini 350 GT.
En Sant’Agata Bolognese recuerdan su motor de 12 cilindros, haciendo un repaso a los modelos más icónicos que lo han llevado durante casi 60 años. Y el primero de todos, el encargado de inaugurar la saga de deportivos con esta configuración en la marca del toro fue el Lamborghini 350 GT en 1964.
El mismo año que Estados Unidos abolió formalmente la segregación racial, con la aprobación de la Ley de Derechos Civiles, y en Inglaterra nació la banda Pink Floyd, salió de la fábrica de Sant’Agata Bolognese el primer “Lambo” equipado con un motor de 12 cilindros.
Un Gran Turismo que acabaría convirtiéndose en un símbolo de innovación, visión y experiencia en ingeniería y propulsando los modelos más emblemáticos de la marca el toro. Recientemente, la firma italiana ha trasladado ese 350 GT al centro histórico de Bolonia para realizar un encuentro mágico con el último V12 de la historia de la marca, el Lamborghini Aventador Ultimae.
Lamborghini 350 GT: homenaje al primer V12 de la marca italiana
Para diseñar el motor, Ferruccio Lamborghini eligió al ingeniero Giotto Bizzarrini, nacido en Quercianella (Livorno) en 1926, un personaje considerado todavía a día de hoy como uno de los mejores diseñadores de motores que han existido. Bizzarrini era un gran aficionado a las carreras y soñaba con construir un motor para la Fórmula 1.
Lamborghini y Bizzarrini firmaron un acuerdo sencillo que sentó las bases de algo absolutamente extraordinario: 12 cilindros en V, 3.5 litros de cilindrada y muchísimos caballos de potencia: al menos 350.
Este fue el origen del contrato “bonus por cada diez caballos de más”: una cláusula que incluyó Lamborghini como incentivo a Bizzarrini, por la que el ingeniero recibiría un bonus por cada diez caballos de más que se consiguiera extraer del propulsor.
Cuando el motor funcionó por primera vez en el banco de pruebas en julio de 1963, las cifras eran espectaculares: con 360 CV a 9.000 vueltas.
Ferruccio Lamborghini pagó lo acordado, incluyendo la bonificación por los caballos adicionales, pero se dio cuenta de que tenía un problema: Bizzarrini había diseñado un motor de Fórmula 1 que no era apto para el uso en carretera ni para la producción en serie.
La mano de Paolo Stanziani
Fue entonces cuando Paolo Stanzani, uno de los ingenieros más reputados de la historia de Lamborghini, recibió el encargo de “civilizar” el motor. Fue capaz de mantener sus excepcionales prestaciones y de hacer que su conducción fuera agradable, sin alterar las especificaciones técnicas básicas.
Su potencia máxima de 280 CV a 6.500 rpm fue suficiente para impulsar el Lamborghini 350 GT hasta una velocidad máxima superior a 250 km/h. El primer modelo de producción de la marca italiana ya estaba listo y su debut se produjo en 1964.
El salto a la fama
El primer 350 GT fue entregado al batería nacido en Livorno, Giampiero Giusti, que en ese momento estaba en la cima del éxito con el grupo ‘I 5 di Lucca’, que luego se convirtió en el ‘Quartetto di Lucca’, considerado uno de los grupos de jazz más importantes de Italia.
Esto marcó el inicio de una estrecha relación entre Lamborghini y el mundo del espectáculo en la que muchos actores y cantantes se convirtieron en apasionados clientes de la empresa.
Ese mismo coche, que ahora mismo es el Lamborghini de producción más antiguo que existe, ha sido restaurado al detalle por Polo Storico y ganó el Best in Show en el concurso Lamborghini & Design, organizado en 2019 por Lamborghini Polo Storico en Trieste.
Paul McCartney y su 400 GT rojo
Paul McCartney, bajista y vocalista de los Beatles, es un fiel cliente de Lamborghini desde hace muchos años y tiene varios modelos en su colección. También tuvo un 400 GT rojo, una evolución del 350 GT.
Su 400 GT de 1968, con el número de chasis 1.141, fue el coche que apareció en el vídeo filmado el 30 de enero de 1969 con motivo del famoso último concierto que dio la banda en la azotea de su edificio, en el número 3 de Savile Row en Londres, así como en numerosos documentales de los Beatles. McCartney conservó su 400 GT durante diez años.
Lamborghini 350 GT: de la música al cine
La aparición estelar en el cine para un 350 GT fue en la película producida por Columbia Pictures en 1967 ‘Mátame rápido, tengo frío’, dirigida por Francesco Maselli, donde aparecía como medio de transporte para la pareja protagonista, la célebre Monica Vitti y Jean Sorel.
Desde su debut en 1964, el V12 de Lamborghini se convirtió en una referencia por su par motor, elasticidad, fiabilidad y durabilidad. La misma unidad, con unas mínimas modificaciones, se mantendría en producción hasta los años 90, creciendo hasta los 7 litros de cilindrada para ofrecer una potencia superior a 500 CV antes de recibir unas modificaciones en su estructura más importantes.
Álvaro Escobar