Otra marca que, parece, quiere seguir apostando por los motores de combustión
Los fabricantes de están haciendo un gran esfuerzo para electrificar su cartera de productos y cumplir así con las cada vez más estrictas normativas anticontaminación impuestas en la Unión Europea.
Esto está llevando a muchas marcas a abandonar los coches con motor de combustión interna, una decisión tomada en base a la prohibición de Europa de seguir vendiendo coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035.
De este modo, fabricantes como Smart y Polestar solo venden coches eléctricos, mientras que otras muchas nuevas marcas que han llegado al Viejo Continente en los últimos años, como es el caso de BYD o MG, lo han hecho apostando principalmente por el automóvil eléctrico y con poca representación de otros sistemas de propulsión en su gama de vehículos.
A pesar de ello, otras regiones del planeta no están siguiendo esta tendencia tan estricta hacia la descarbonización de la industria del automóvil. Es el caso de Estados Unidos, que no cuenta con una norma que prohíbe los coches de combustión a partir de 2035, pero que en cierta medida parece que seguirá, a un ritmo diferente, las líneas impuestas por Europa.
Ford cree que aún hay vida para los motores de combustión interna y trata de demostrarlo con su última patente
Por este motivo, algunos fabricantes no terminan de desprenderse del motor de combustión interna y siguen invirtiendo millones en el desarrollo de este tipo de propulsores. Una de las marcas que parece unirse a esta práctica es Ford, quien habría patentado una nueva solución para prolongar la vida de los motores térmicos.
Según la información compartida recientemente por Carbuzz, la firma del óvalo azul sigue comprometida con el desarrollo de motores de combustión que sean más limpios. Esto ha llevado a Ford ha crear una patente para reducir las emisiones de escape optimizando aún más el funcionamiento de la válvula PCV.
Esta válvula, que está ubicada en el cárter, se encarga de enviar los gases de escape de nuevo a la cámara de combustión con el objetivo de mejorar tanto el rendimiento del motor como de reducir las emisiones contaminantes.
Aunque este sistema ya es efectivo por sé, Ford cree que aún es posible optimizar más su funcionamiento si se dirigen los vapores recogidos por esta válvula o cualquier otro sistema encargado de acumular emisiones evaporizadas hacia la cámara de precombustión.
Esto ya ocurre en la mayoría de motores térmicos modernos, aunque a veces el recipiente de carbón que captura estas emisiones no puede purgarlas de nuevo en la admisión lo suficientemente rápido, por lo que escapan a la atmósfera.
La patente de Ford considera un método para ajustar el flujo de vapores del cárter ventilado no gastados y otras emisiones emitidas desde el recipiente, evitando que éstas escapen al aire y desperdicien la energía potencial restante.
Queda por ver si Ford finalmente consigue llevar a producción esta solución que mejoraría tanto el rendimiento como el consumo de combustible y las emisiones de partículas contaminantes.
Aarón Pérez