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Por qué elegir un motor de cuatro cilindros en lugar de uno de tres

Desde hace unos años existe una clara tendencia en los fabricantes de automóviles, especialmente, en los generalistas (aunque no sólo) hacia la producción de motores más pequeños y con bajas cilindradas. Sin embargo, nosotros queremos hacer hoy una defensa del motor de cuatro cilindros y explicar por qué elegirlo en lugar de uno de tres.

Entre finales de la década de los 2000 y principios de los 2010 empezaron a aparecer los primeros motores de tres cilindros con apenas un litro de cilindrada. Seguramente, recordarás los primeros EcoBoost de Ford, un motor que en los años siguientes recibió numerosos premios por su rendimiento y eficiencia.

A partir de ahí, el resto de marcas generalistas se lanzaron a la fabricación de motores de tres cilindros, sobre todo, en los segmentos más pequeños, aunque también encontramos SUV compactos como el Seat Ateca con motores de tres cilindros.

El resto de marcas… menos una. Mazda no cayó en esta tendencia que se conoció con el nombre de Downsizing y siguió apostando (y lo sigue haciendo) por mecánicas de cuatro cilindros con cilindradas que ahora consideraríamos elevadas.

Por qué elegir un motor de cuatro cilindros en lugar de uno de tres

Por qué elegir un motor de cuatro cilindros en lugar de uno de tres© Proporcionado por autobild.es

La tendencia hacia los motores de tres cilindros se explica, principalmente, por la necesidad de los fabricantes de reducir las emisiones para cumplir con las normativas anticontaminación. Sin embargo, esto ha ido en detrimento del rendimiento de los automóviles, lo cual nos lleva a preferir un motor de cuatro cilindros.

A continuación, vamos a exponer una serie de motivos por los cuales consideramos que es mejor elegir un motor de cuatro cilindros en lugar de uno de tres. No obstante, conviene subrayar una cosa: la gran mayoría de los usuarios no notan la diferencia entre ambos y, en muchos casos, seguramente ni sepan que su motor tiene tres cilindros en lugar de cuatro.

En cualquier caso, sí hay razones de peso por las que elegir una mecánica tetracilíndrica en lugar de una tricilíndrica. La primera de ellas tiene que ver, precisamente, con la eficiencia, algo que, en teoría, mejora en un motor de tres cilindros. Pero, ¿realmente es así?

Una de las ventajas de estos bloques es que, al tener un cilindros menos, lógicamente ocupa menos espacio en el vano motor y son más ligeros, lo que ayuda a reducir el consumo y las emisiones, ya que tienen que mover una masa menor a la par que su desplazamiento también es más pequeño.

Sin embargo, vamos a comparar el consumo y las emisiones de dos modelos de la misma categoría, uno con motor de cuatro cilindros y otro de tres cilindros, ambos con cambio manual, sistema eléctrico microhíbrido y etiqueta ECO: Mazda3 y Ford Focus.

El japonés tiene un motor de cuatro cilindros atmosférico y 2.0 litros que desarrolla 122 CV, mientras que el Focus recurre a un 1.0 EcoBoost de tres cilindros con 125 CV. El Mazda pesa unos 1.300 kg y el Ford unos 1.350 kg. Pues bien, el Mazda3 homologa un consumo medio de 5,5 litros y 124 gr/100 km de CO2. El Ford Focus declara un consumo mixto de 5,3 litros y 119 gr/100 de emisiones.

Y si miramos el consumo oficial de otro modelo similar, el Seat León 1.0 eTSI de tres cilindros y 110 CV con cambio automático DSG y etiqueta ECO, es de 5,4 litros y 124 gr/100 km de CO2. Como se ve, no hay una diferencia abismal que justifique el uso de un motor de tres cilindros. Y ahora entramos en aspectos más técnicos.

Diferencias entre un motor de cuatro cilindros y otro de tres

Por qué elegir un motor de cuatro cilindros en lugar de uno de tres© Proporcionado por autobild.es

Es verdad que los motores de tres cilindros han evolucionado muchísimo desde que empezaron a incorporarse en los coches. Lejos quedan aquellos propulsores toscos, ruidosos y poco refinados. En este sentido, insistimos, han mejorado mucho. Pero… no llegan al nivel de refinamiento y sonoridad de un cuatro cilindros.

Esto se explica porque, al final, el hecho de tener un cilindro menos tiene sus consecuencias, ya que funcionan mucho más descompensados, por lo general, lo cual se traduce en mayores vibraciones que en un motor de cuatro cilindros. No tanto cuando el motor está al ralentí como a la hora de pisar el acelerador.

Es en esos momentos en los que queremos extraer el mayor rendimiento del motor cuando se nota ese cilindro menos, ya que está más apretado. Todo esto explica que los motores de tres cilindros se monten más en coches pequeños y, como mucho, en compactos.

En cualquier caso, tenemos que volver a lo que decíamos antes. Lo que realmente justifica el uso de motores de tres cilindros, como los 1.0 EcoBoost de Ford, los 1.2 PureTech de Stellantis o los 1.0 TSI del Grupo Volkswagen, es la necesidad de reducir el consumo y las emisiones, y ya hemos visto con la comparación anterior que la diferencia no es sustancial.

Así que, por este motivo principal concluimos que es mejor elegir un coche con motor de cuatro cilindros, que además será más refinado y proporcionará un mejor rendimiento, que uno de tres cilindros.

Álvaro Escobar