Se acabó: Alemania frena en seco las ayudas al coche eléctrico
El equivalente al Tribunal Constitucional alemán no veía que el programa de inversiones climáticas encajase en su Constitución y los vehículos eléctricos dejan de tener subvenciones.
Y ahora, ¿qué? Es la pregunta que se hacen todos en el sector. A pesar de las ayudas, solo una de cada cuatro ventas de coches en Alemania se materializa en uno eléctrico. A pesar de que sus empresas automovilísticas se vuelcan en el eléctrico, la gente no lo compra. Alemania en recesión tampoco se podía permitir apoyar al fabricante y apoyar al consumidor, porque ¿quién pone el dinero?
2025 será el año de la verdad
Alemania es el primer mercado europeo para el automóvil. Eliminar allí ayudas al eléctrico supone un tropiezo para los planes de convertir la movilidad a cero emisiones en 2035. Sin embargo, alargar las ayudas solo habría hecho más abrupta la cuesta de 2025. Porque en 2025 convergen nuevas medidas de presión al automóvil.
Cada fabricante necesita bajar en 2025 la media de emisión de CO2 de todos los coches que venda a 93,6 g/km (equivalente a consumir solo 4 litros cada 100 kilómetros). Hoy, la cifra está en 95 g/km y ninguno ha pagado multas por incumplimiento (cuantiosas, 95 euros por gramo y por cada coche que haya vendido en Europa). Eso sí, lograr esos 95 gramos tenía truco. Muchos se acogían a «super-créditos», que consisten en que los híbridos enchufables (o, como decía la norma, aquellos con emisiones por debajo de 50 g/km) y los eléctricos se contabilizaban como dos coches vendidos. Otros, compraban créditos a quien anduviera sobrado (Tesla, todo eléctrico).
Sin embargo, en 2025 estos «créditos» se podrán aplicar solo si logran vender más de un 25 por ciento de coches «cero emisiones». No en Europa, o en países nórdicos, sino en toda Europa. La asociación europea de fabricantes (ACEA) espera que este año se llegue al 14,5 por ciento de media. En España se ronda el 5 por ciento de las ventas. Lo mismo en Italia. Vender más enchufables pasa por abaratarlos significativamente. Ahora son eléctricos muy equipados, lujosos, para que al cliente le encaje mejor el sobrecoste que supone al fabricante entrar en este nuevo territorio: no solo el ser eléctrico, sino ser un coche digital, en que el software manda, algo más ajeno al fabricante de coches tradicional que a sus nuevos competidores. ¿Eléctricos más baratos?: el gigante alemán Volkswagen los anuncia para 2025.
Hasta 2025 Volkswagen no lanzará el eléctrico de los 25.000 euros.
Otra vía parece también complicada, pues sería bajar los consumos de 4 l/100 km. Complicado, mientras los fabricantes abandonan los coches pequeños -la norma Euro 7, aunque relajada y atrasada, no ayuda- y los propios compradores se decantan por formatos SUV, menos eficientes por ser más pesados y menos aerodinámicos.
Miguel García