Vaya por delante que la máxima antes de conducir debería ser siempre ni una gota de alcohol. En España, aunque son muchas las voces que defienden la tolerancia cero, se mantienen unos límites mínimos permitidos. Lo difícil es saber cuándo un conductor se acerca a esos mínimos, es decir, ¿con cuántas cervezas das positivo en un control de alcoholemia de la Guardia Civil?
Innumerables son las ocasiones en las que un conductor arroja una tasa positiva en un test de alcohol en aire espirado y sorprendido por el resultado argumenta que solo ha tomado «un par de cañas». Puede que no esté mintiendo, pero es que hay personas y momentos en los que dos cervezas son suficientes para superar el límite de alcohol permitido para conducir.
Los límites de alcohol en España
A día de hoy, en un control de alcoholemia un conductor se considera positivo cuando arroja un resultado superior a 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre (0,25 mg/l en aire espirado). Para los conductores profesionales y noveles, la tasa es de 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire. Por encima de 0,6 g/l, la conducción bajo los efectos del alcohol pasa a convertirse en delito.
Con la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial se activará la tolerancia cero para conductores menores de edad.
Con cuántas cervezas das positivo en un control de alcoholemia
Lo cierto es que a no todo el mundo la ingesta de alcohol le afecta del mismo modo. Es más, tú mism@, puedes beber la misma cantidad en días diferentes y sentir efectos distintos.
Cómo afecta el alcohol depende la complexión física, de lo que hayas comida antes y durante la ingesta del alcohol
En un tuit publicado hace tiempo, la Guardia Civil mostraba cómo afecta una jarra de 300 ml de cerveza en función de si quien la toma es hombre o mujer y de su peso:
De acuerdo con la información de la Guardia Civil, para un hombre de complexión media basta con dos jarras de cerveza para superar el límite de alcohol permitido; mientras que una mujer de 50 kilos no habrá terminado la primera cuando ya estará incapacitada para conducir.
Ahora bien, ni siquiera el tuit de la Benemérita debe servir de referencia ya que la tolerancia alcohol se reduce de forma notable si el conductor está en ayunas. Por eso, la máxima siempre debe ser la que tan popular hizo la DGT hace décadas: si bebes, no conduzcas.
El debate más importante al que se ha enfrentado Maranello
Amigos y amigas puristas, amantes de los coches deportivos (más todavía si son italianos), de los clásicos y demás herencias históricas de la automoción: Ferrari se ha adentrado en el mercado de los SUV con su nuevo Purosangue. Lo que ha supuesto que algunas voces afirmen que si su fundador, Enzo Ferrari, levantase cabeza…
Pues quizá despidiese a más de uno. O quizá lo viese con buenos ojos. ¿Quién puede saberlo? Lo que es innegable es que hablamos del negocio del siglo. Y no lo digo yo, de quién podéis considerar la palabra tal y como gustéis. Lo dicen las cifras y el Ferrari Purosangue apunta hacia ellas.
«El Ferrari Purosangue es un mal necesario que nos han presentado de una forma más que solvente»
Sabéis que lo mío es ir al meollo de la cuestión, sin rodeos. Lamborghini ha vendido en cuatro años más de 20.000 unidades de su Lamborghini Urus. No creo que sea preciso calcular la enorme fuente de ingresos que ha supuesto esto a sant’Agata Bolognese.
Benltey es una de las marcas con mayor crecimiento en estos años, y de entre todas sus ventas, el sensacional Bentley Bentayga supone el 40% del total. Por delante del Flying Spur y del todopoderoso Continental GT.
Y si seguimos así, Porsche o y los británicos de verde con el Aston Martin DBX están prácticamente en las mismas. Ferrari no es el único que se aventura en el terreno SUV (y al menos con un motor digno del Cavallino Rampante). Incluso Lotus, quien fuera la cumbre de los deportivos de bajo peso, pronto tendra al ansiado Lotus Eletre como punta de lanza de los SUV eléctricos.
Me declaro profundamente Ferrarista. ‘El Italiano’ dicen algunos por ahí. Podéis ponerme Tifosi de apellido por bancar a la Scuderia en Fórmula 1 hasta las últimas consecuencias y más de un ridículo y su correspondiente cara de decepción el fin de semana.
Creo firmemente en que esta marca debe y merece ser el baluarte de los superdeportivos. Sin embargo, esa idea hay que sufragarla. Y el dinero del FIAT, de Stellantis o de demás inversores no puede ser la motivación económica principal.
Los nuevos desarrollos a partir de las ventas. Y si los deportivos necesitan un empujón, he ahí la opción del SUV. Uno que evidentemente parece un Ferrari Roma y que alberga una estética profundamente inspirada en la historia de Maranello.
Un coche familiar de cuatro puertas con un motor V12 atmosférico de más de 700 CV de potencia bajo el capó. Nada de híbrido enchufable de momento, aunque nadie debería descartar que llegase próximamente con una unidad de potencia muy similar a la del Ferrari 296 GTB…
Los sustos de uno en uno para digerirlos bien con el limoncello de los 12 cilindros bien servido. Un mal necesario que no supondrá una crisis de identidad en la marca, os lo puedo asegurar. Servirá para sostener unas finanzas siempre comprometidas en este segmento que darán lugar a más y más bólidos.
Ferrari no ha muerto con el Purosangue. ¿Lo hará con su primer coche eléctrico en 2025? Pues buenísima pregunta. Entonces os volveré a escribir en un tono más duro y de antaño, como si mis 25 años me hubiesen permitido ver la época dorada y el final de los motores de combustión interna.
De momento, demos un voto de confianza al nuevo Ferrari Purosangue. Ya lo probaremos en algún momento y pondremos la nota necesaria. Hasta entonces, calma y el deseo del mejor de los caminos para este modelo y la marca del Rosso Corsa. El ADN italiano sigue intacto.
En el universo del motor, Lotus es una marca legendaria que vivió tiempos mejores, como cuando era uno de los referentes en la Fórmula 1. En la actualidad, se ha pasado a los coches eléctricos y hasta ha presentado un SUV que está en camino. Pero atrás nos dejó algunos deportivos muy recordados, como el Lotus Elise S1.
Desde que la fundó el mítico ingeniero inglés, Colin Chapman, los coches de Lotus siempre se han caracterizado por un ADN muy deportivo. Algunos modelos son especialmente recordados, como el famoso Lotus Esprit S1, utilizado en la película de 007 ‘La espía que me amó’, donde se convertía en un submarino.
El proyecto del Lotus Elise S1 comenzó en 1994. No eran tiempos felices para una compañía que ya había abandonado el mundo de la Fórmula 1 donde había brillado años atrás.
En los 80, la marca británica había producido algunos modelos de corte Gran Turismo, deportivos, pero versátiles a la vez, perfectos para el día a día, alejados de la filosofía de Chapman que busca coches ligeros y divertidos.
Precisamente, con el proyecto del Elise se buscó volver a la esencia de la firma y demostrar que, a pesar de los avances tecnológicos y el paso de los años, todavía podía construir un deportivo ligero y ágil.
Coches míticos para verdaderos amantes del motor Lotus Elise S1
“Un roadster deportivo de alto rendimiento, muy ligero, asequible, que recuperase y fuese fiel a esas sensaciones puras y directas de conducción presentes en Lotus de Chapman y que fuese un producto sencillo pero a la vez muy innovador”.
Bajo esta premisa nació el Lotus Elise S1, llamado así en honor a Elisa, la nieta del presidente de la compañía en ese entonces, Romano Artioli. Se trataba de crear un coche excitante, equipado con un motor en posición central y tracción trasera, divertido de conducir durante el fin de semana y no para usarlo todos los días.
Uno de los aspectos clave del Elise S1 fue el chasis. Si bien Chapman inventó en su día el chasis de acero backbone, con forma de espina dorsal, convertido en una de las características de sus primeros deportivos, el nuevo modelo estrenó ligerísimo un chasis de aluminio, creado por Richard Rackham.
Y este chasis fue clave porque permitió que el Lotus Elise declarase en la báscula un peso de solo 724 kg, una cifra ridícula ya en los años 90. Solo los utilitarios más modestos tenían un peso similar.
A esto no solo contribuyó el chasis, también una carrocería fabricada en fibra de vidrio. La marca británica demostraba así que priorizaba el placer de conducción por encima de elementos como el confort. Un coche sin filtros, para verdaderos amantes del motor.
En el plano estético, el Elise S1 lucía un diseño con algunos rasgos distintivos de modelos exitosos del pasado, como el Elan y el Esprit, como la ovalada entrada de aire frontal y los pilotos traseros redondos, combinado con nuevas formas para un coche totalmente nuevo.
Interior simple, con lo básico
El interior del Lotus Elise S1 era muy minimalista. Por su puesto, olvídate de encontrar aquí nada parecido a un sistema de infoentretenimiento. El habitáculo estaba compuesto por unos asientos de tipo baquet, casi sin acolchado, un salpicadero sencillo y poco más.
Por no tener, no tenía ni unas alfombrillas. En su lugar, había unas inserciones de goma antideslizantes que, prácticamente impedían ver el chasis. El espacio era reducido y estrecho, tanto que los dos pasajeros podían chocar hombro con hombro, si tenían cierta envergadura. El puesto de conducción era lo más parecido a conducir un kart: pegado al suelo.
Un motor pequeño, pero suficiente
Para mover al Elise S1, Lotus utilizó un motor Serie K procedente de Rover. Se trataba de un bloque relativamente pequeño y sencillo, con cuatro cilindros, atmosférico y de 1.8 litros.
Este propulsor entregaba 118 CV a 5.500 vueltas y 165 Nm de par a 3.000, pero podía estirarse hasta las 7.000 rpm. Pueden parecer pocos caballos, pero hay que tener en cuenta su escaso peso. Gracias a esto, era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos.
El motor se combinaba con un cambio manual de cinco relaciones, caracterizado por unos desarrollos muy cortos que hacía que la conducción fuese aún más divertida. Un último detalle: su consumo era de 7,1 litros a los 100 km, que no estaba mal.
El Lotus más vendido de la historia
En 1995, el Lotus Elise S1 fue presentado en el Salón de de Frankfurt (IAA), acompañado por el propio Romano Artioli y el equipo de desarrollo de la marca. Un año más tarde, comenzó la comercialización, con un precio de partida de unas 20.000 libras, equivalentes a unos 23.200 euros.
Para el desarrollo del coche, Lotus tuvo que invertir alrededor de 60 millones de euros de la época, en un momento en el que su economía no era precisamente boyante.
En sus dos primeros años de vida, Lotus vendió unas 3.000 unidades del Elise S1 y, antes de la llegada de la segunda serie, se habían matriculado 10.000 ejemplares, convirtiéndose en el modelo más vendido de la historia de la compañía.
Para mantener tu coche en forma no hace falta que acudas a soluciones milagro o realices carísimas inversiones, en muchas ocasiones es solo cuestión de atención y cuidado a la hora de hacer uso de tu vehículo. Evitar averías en tu coche diésel es mucho más fácil de lo que parece, por lo menos evitar aquellos problemas más habituales donde el uso, el mantenimiento y la conducción tienen mucho que ver. Así, descubramos qué 4 averías habituales podemos evitar que aparezcan en nuestro coche diésel.
1. Inyectores: más consumo, menos potencia
Inyectores sucios, un problema habitual en coches con cierto kilometraje y que provoca una mala combustión con aumento del consumo y generación de humo negro. Este tipo de averías se producen por la acumulación de residuos en los orificios de los inyectores, una situación que se provoca por la mala combustión del gasóleo. Esta se puede dar por un trabajo continuado a baja temperatura de servicio, conducción a muy bajo régimen de forma continuada, baja calidad del gasóleo o presencia de suciedad y/o aceite en la cámara de combustión por una mala filtración o fuga.
Para prevenir esta avería es necesario cuidar el mantenimiento de nuestro vehículo, vigilar el estado de los filtros y el nivel de lubricante, así como estar atentos al humo que emana del escape. La presencia de humo negro es síntoma inequívoco de una mala combustión.
2. EGR: vieja conocida en los diésel
Paso excesivo de gases de escape a la admisión. El sistema de recirculación de gases de escape suele convertirse en un problema con el paso de los kilómetros y especialmente si el uso habitual es la ciudad. Dado que su trabajo consiste en reintroducir gases del escape en las cámaras de combustión en situaciones como ralentí o cargas bajas del motor, este sistema suele ser objeto de excesiva acumulación de depósitos y agarrotamiento. Al producirse esta situación la EGR se queda abierta e introduce gases de escape de forma continua, lo que provoca una pérdida de rendimiento y una combustión poco eficiente.
Aunque la tarea de mantenimiento ideal es desmontar y limpiar la EGR de forma individual cada cierto tiempo, prevenir sus averías es tan sencillo como hacer un uso equilibrado del vehículo. Esto quiere decir que si nuestro escenario de conducción habitual es la ciudad y los atascos, es más que recomendable salir a autovía y dejar respirar al motor, haciéndolo que trabaje a regímenes más elevados y de forma sostenida por un un buen puñado de kilómetros. Para los que buscan soluciones más radicales, os recordemos que la anulación de la EGR está prohibida y la ITV persigue la manipulación de los sistemas anticontaminación a través de los nuevos análisis por OBD.
3. FAP: un caro dolor de cabeza
Los filtros antipartículas son los grandes odiados de los motores diésel modernos. Dado su diseño y propósito hablamos de un importante foco de averías por acumulación de partículas sin incinerar. Las averías de estos dispositivos comienzan con la necesidad de incinerar las partículas que en él se acumulan cada cierto tiempo, proceso que de no realizarse termina por dejar inservible el FAP en los peores casos.
Los coches diésel con FAP necesitan de periodos de regeneración, situaciones donde el motor altera su comportamiento para aumentar la temperatura de los gases de escape y así incinerar las partículas acumuladas en el filtro. Para prevenir averías en el FAP solo debemos respetar estos periodos de regeneración, dejando funcionar el vehículo hasta que se complete el proceso. Además, al igual que sucede con la EGR, para ayudar a su buen estado de forma es importante no abusar de la conducción urbana, pues el mejor mantenimiento de estos sistemas se realiza a régimen constante (entre 2.000 y 3.000 rpm) y durante un trayecto que supere los 15 minutos.
4. Turbo: el problema más serio
El turbocompresor es un elemento vital de cualquier motor diésel moderno, sus fallos habituales se dan bien por el desgaste del eje de la turbina que permite el paso de aceite hacia el interior, bien por la acumulación de depósitos en la turbina del escape que terminan por atascar la geometría del turbo si es que el turbocompresor cuenta con diseño de geometría variable.
Para prevenir el desgaste prematuro del turbocompresor y sus partes móviles lo mejor que podemos hacer es respetar la temperatura de servicio del motor, no exigir potencia hasta que el motor no esté caliente y dejarlo reposar tras cada trayecto, y vigilar el mantenimiento. Los primeros síntomas de esta avería son el consumo de aceite y la generación de humo blanco azulado en el escape. En los peores casos donde el desgaste es muy importante, el paso de aceite al turbocompresor puede llegar a producir la temida retroalimentanción.
Para evitar el atasco o agarrotamiento de los álabes del turbocompresor con geometría variable lo mejor que podemos hacer es evitar la conducción sostenida a muy bajas vueltas. Una vez más la conducción urbana es el peor enemigo del motor diésel, haciendo obligado el sacar a autovía nuestro motor diésel para que trabaje en regímenes más adecuados y así pueda eliminar los depósitos y hacer trabajar a la geometría cuanto sea necesario. Los síntomas de esta avería son claros, haciendo que el comportamiento del motor se vea alterado con una falta de potencia en determinadas zonas del cuentarrevoluciones.
Más guías sobre mantenimiento del diésel
– Cómo detectar y evitar averías en la EGR de tu diésel – Cómo evitar problemas en el AdBlue de tu diésel – ¿Qué significa el humo blanco de mi diésel? ¿Y el humo negro?
Rolls-Royce Motor Cars celebra el 100 aniversario del legendario 20 HP, o ‘Twenty’ el 6 de octubre de 2022.
Supuso un gran salto tecnológico, porque estableció la plantilla para los motores y automóviles de Rolls-Royce para las siguientes tres décadas.
Fue el primer Rolls-Royce diseñado como un automóvil con conductor propietario y un antepasado directo de la cartera de productos actual.
Rolls-Royce es la marca que más y mejor representa el lujo sobre ruedas y llegar a ese punto no ha sido por casualidad. Modelos como el Phantom o el Ghost tienen ahora más nombre, pero no hubieran llegado a ser lo que son sin el Rolls-Royce Twenty, un modelo que sentó las bases de la marca británica. Te contamos su increíble historia, con motivo de su centenario.
Te lo contamos justo hoy, que es 6 de octubre, porque fue un 6 de octubre de 1922 el día en que nació este elegante Rolls-Royce 20 HP.
Diseñado por Sir Henry Royce, se encuentra entre los modelos más importantes e influyentes jamás producidos por la marca y se considera el primer Rolls-Royce diseñado específicamente para el propietario-conductor, en lugar de para un uso predominantemente con chofer.
Es un antepasado directo de los actuales Ghost, Wraith, Dawn y Cullinan fue el modelo que estableció la plantilla mecánica para las generaciones de Rolls-Royce que le siguieron.
Rolls-Royce Spectre: el primer Espíritu del Éxtasis eléctrico
En 1920, Royce uso sus habilidades de ingeniería diseñando motores aeronáuticos para la Primera Guerra Mundial y pasó a fabricar un automóvil pequeño.
Esta decisión se basó tanto en la necesidad de asumir el exceso de oferta restante en la fábrica de Derby, como de crear un coche que se adaptara mejor a las necesidades de posguerra de los clientes que el Rolls-Roye 40/50 HP, más conocido como Silver Ghost.
El Silver Ghost, gracias a la fuerza de su motor casi silencioso, su fiabilidad impecable y sus grandes hazañas de resistencia, se ganó el título, al que la marca nunca ha renunciado desde entonces, de ‘el mejor automóvil del mundo’. Pero requería de chófer y tras la guerra no todo el mundo se lo podía permitir.
Royce entendió que, a pesar de sus circunstancias difíciles de postguerra, los propietarios estaban acostumbrados a los estándares de excelencia de Rolls-Royce y no esperarían menos de un nuevo modelo, independientemente de su tamaño y especificaciones.
Por lo tanto, dijo del ‘Twenty’ que «bajo ninguna circunstancia se disminuirían los estándares de excelencia mantenidos en sus productos». Así, como te contamos, el 6 de octubre de 1922, Rolls-Royce presentó su nuevo automóvil «pequeño pero potente».
Es importante que conozcas también la historia que hay tras la foto que abre este contenido, en la que aparece un Rolls-Royce 20 HP (4-G-II) ocupado por el propio Sir Henry Royce, que viaja junto a CL Jenner, en la parte exterior trasera, y AG Elliot, al volante, ambos eran diseñadores.
Esta era una unidad experimental de preproducción que fue utilizado por Henry Royce en su casa en West Wittering y en Le Canadel. Inicialmente estaba pintado en gris, aunque pronto se volvió a pintar en color ‘ámbar quemado’. Royce usó el automóvil hasta mayo de 1925, cuando se modificó según las últimas especificaciones de producción y se preparó para la venta.
El Rolls-Royce 20 HP estaba equipado con un motor de seis cilindros en línea de 3,1 litros de cilindrada, es decir, tenía menos de la mitad del tamaño que los 7,5 litros del Silver Ghost. Una mecánica que fue utilizada como base para los motores Rolls-Royce durante los siguientes 30 años.
Además, el nuevo modelo pesaba alrededor de un 30 % menos que su hermano mayor. Esto, combinado con otros avances técnicos supuso que la diferencia de prestaciones entre ellos no fuera tan amplia.
De hecho, enseguida el nuevo 20 HP, o simplemente el ‘Twenty’, fue reconocido como un gran avance técnico. La ligereza de sus mandos y el rendimiento de sus sistemas de dirección, frenos y suspensión hicieron que el Silver Ghost, aunque todavía superior a sus competidores directos, pareciera bastante anticuado en comparación.
Estas cualidades también establecieron rápidamente al ‘Twenty’ como un firme favorito tanto entre los devotos establecidos de Rolls-Royce como entre aquellos nuevos clientes a los que no les atraía un automóvil más grande con un diseño envejecido, especialmente donde el precio de compra y los costos continuos de operación eran consideraciones importantes
Los propietarios estaban felices con su nuevo modelo. En cartas a la prensa automovilística de la época uno lo elogió como «una pieza de ingeniería que enamora», mientras que otro declaró: «Nunca he conducido nada tan cómodo».
La propia marca lo anunciaba con este eslogan «todo lo que un automovilista puede desear… conducir con un alto grado de refinamiento y su simplicidad de construcción hará las delicias del conductor».
Y una última anécdota que Rolls-Royce ha desvelado es la carta que un propietario satisfecho les escribió desde Francia: «Conduje mi 20 HP hasta aquí desde Liverpool y estoy muy satisfecho con el funcionamiento del motor, sin tener que cambiar de marcha entre Liverpool y Versalles».
Como todos los modelos de Rolls-Royce de la época, el ‘Twenty’ se fabricó como un «rolling chasis», sobre el que los propietarios encargaban una carrocería a medida a un carrocero independiente. Royce tenía la intención de que fuera principalmente un automóvil con conductor propietario y esperaba que los carroceros mantuvieran el tamaño y el peso de sus creaciones lo más bajo posible.
Sin embargo, no logró cambiar los hábitos de toda la vida entre algunos clientes. Muchos propietarios de ‘Twenty’ persistieron en especificar su estilo preferido de carrocería sólida y formal que era mucho más pesada de lo requerido y producía una mayor resistencia al viento, para comprensible irritación de Royce.
Siempre pragmático, Royce sabía que solo había una manera de mejorar la relación peso-rendimiento. Por eso, en 1929, el ‘Twenty’ fue reemplazado por el 20/25 HP, propulsado por un motor de mayor cilindrada.
No obstante, esto no resolvió el problema y en 1935 Royce produjo el 25/30 HP con un motor de 4,25 litros. La era de los coches «pequeños pero potentes» llegó a su fin con el Wraith en 1938.
Hasta 1929, fecha en la que dejó de producirse, se construyeron 2.940 unidades del Rolls-Royce Twenty. Y es un modelo que por su cracter disrruptor ha marcado para siempre la ideosincrasia de la marca británica.
Se podría decir que hay paralelismos hasta con el nuevo vehículo eléctrico de la marca, el Rolls-Royce Spectre. Ambos demuestran la voluntad y la capacidad de la marca para responder a un mundo cambiante, en el que los clientes tienen nuevas necesidades y las viejas normas ya no se aplican.
Cada uno representa un cambio radical en la tecnología que dará forma a la familia de productos Rolls-Royce en las próximas décadas. Sobre todo, encarnan el dicho más famoso de Sir Henry Royce: “Toma lo mejor que existe y hazlo mejor”.
¿Por qué son recomendables los aditivos en la gasolina?
Estos componentes no solo ayudan a conservar el motor, sino que también suponen un ahorro.
Los carburantes son una tecnología que lleva años en constante desarrollo para mejorar su eficiencia y el rendimiento en los motores de combustión interna. Sin embargo, además de usar un buen combustible, puedes optimizar tanto las prestaciones como el cuidado del motor de tu coche añadiendo aditivos en la gasolina. Pero, ¿por qué son recomendables estos aditivos?
Los aditivos son un componente especial que favorece el aumento del octanaje de la gasolina, así como aportar agentes anticorrosión. Mediante la adición de este elemento químico se mejora la eficiencia del proceso de combustión, reduciendo las emisiones contaminantes para el medio ambiente, preservando la integridad del motor y mejorando el consumo de gasolina o diésel.
Por qué son recomendables los aditivos en la gasolina
Existen diferentes tipos de aditivos para la gasolina, siendo los limpiadores y estabilizadores los más comunes. Los aditivos limpiadores se encargan de eliminar lacas y barnices del sistema de combustible, restaurando los patrones de rociado de los inyectores. Estos mejoran el consumo de combustible, restauran el rendimiento y reducen las emisiones.
Estas lacas y barnices aparecen en el sistema de combustible de los coches de inyección cuando se degrada la gasolina. Esto sucede generalmente a partir de la cuarta semana, momento en el que comienza la degradación natural del combustible.
Por otro lado, los aditivos estabilizadores son los que puedes echar en el depósito cada vez que repostes combustible. Este elemento te ayudará a reducir los efectos de la degradación natural de la gasolina y mantendrá el combustible en buen estado durante más tiempo sin perder sus facultades y características.
Es recomendable utilizar aditivos en la gasolina para reducir el desgaste de los componentes internos del motor y otras partes del sistema de combustible que puedan provocar daños y fallos. También optimizan el rendimiento y la respuesta del vehículo, reduciendo a su vez las emisiones contaminantes que pueden alterar los valores en las pruebas de gases de la ITV.
Hay modelos que fueron criticados por no estar a la altura de sus hermanos de catálogo… y que luego acabaron salvándolos a ellos y a la propia marca a la que pertenecen. Y el Porsche Boxster tiene mucho de ambas cosas…
Hay coches que han dejado una profunda huella en los últimos años, que ya son un hito para una o dos generaciones, y pese a no ser lanzados como el deportivo o el convertible / spyder más bonito del momento, con el mejor motor o con el interior más llamativo, triunfaron. Por eso, hoy recordamos la increíble historia de cómo el Boxster cambió para siempre la historia de Porsche.
La firma de Stuttgart debe su éxito, entre otras cosas, a tener un ADN muy singular. Y así, mientras que era capaz de crear un mito como el Porsche 911 y que todos se ‘olvidaran’ de la leyenda original que rompió todos los moldes dentro y fuera de la compañía, el 356, no podía descuidar otra parte menos vistosa pero igual de necesaria: la lucha por la supervivencia económica.
Esto es un binomio al que nadie puede escapar, pero no es lo mismo lograr el equilibrio y la rentabilidad como parte de un gran grupo de automoción que siendo una empresa comparativamente muy pequeña y de origen y gestión familiar. Pero hasta en eso, Porsche logró integrar desde el principio otras líneas de negocio que garantizasen su -a veces difícil- supervivencia.
Atrás habían quedado los comienzos, desde luego, en los que el joven Ferdinand Porsche había diseñado motores y soluciones de movilidad con una increíble visión de futuro, como el Lohner Porsche de finales del siglo XIX (con un bloque eléctrico en cada rueda), el VW Escarabajo de los años 30 (por encargo de Hitler para un ‘coche del pueblo’ alemán).
Pero es que esta filosofía de crear algún modelo superventas que permitiera seguir produciendo los deportivos estrella siempre había estado en la mente de sus responsables desde entonces. Y así, ya en 1965 hubo un 912 como 911 ‘descafeinado’ y en 1969 había visto la luz el precursor del Porsche Boxster , el VW-Porsche 914, con el motor central-trasero de cuatro cilindros (y una versión de seis).
Por no hablar de la colaboración con Volkswagen también en el prototipo VW-Porsche Tapiro (con carrocería Italdesign de Giorgio Giugiaro) en 1970, de su aportación en el diseño los motores Seat System Porsche para la marca española a mediados de los años 80, justo antes de integrarse en el grupo alemán.
Después, llegarían en los 70 los famosos ‘transaxle’, con motor delantero y tracción trasera refrigerados por agua y con más maletero, un concepto cuyo éxito haría que se prolongase durante casi 20 años en diferentes modelos y sus evoluciones, aunque con distinto número de años en el mercado (Porsche 924, 944, 928 y 968).
En 1992, tras un desconocido concept para Seat (que no cuajó) de 1984 conocido internamente como Porsche 984, se deja ver por primera vez el modelo Boxster, diseñado por Harm Lagaaym cuyo nombre que mezcla el concepto Speedster (cabrio biplaza inspirado en los 356 y 911 Speedster y en el 550 Spyder) y bóxer (motor característico de cilindros opuestos desde el Escarabajo).
Así, en 1996 apareció definitivamente la primera generación del Porsche Boxster Spyder que dicen algunos ahora. Sin embargo, este término no es del todo correcto, porque aunque el Porche Cayman se lanzó también ese año, nunca fue denominado por aquel entonces como Boxster Coupé ni aquel como Cayman Cabrio.
El éxito de ambos, eso sí, fue inmediato. El Boxster era un bonito, divertido y hasta práctico Porsche que resultaba mucho más asequible que el 911 pero sobre el que no planeaba el fantasma de no ser un auténtico coche de la marca, como en modelos anteriores con proyectos adquiridos a otros o con desarrollos conjuntos.
Y el hecho de que fuera más asequible también favoreció sus ventas. No en vano, de este primer Boxster, denominado 986, se vendieron 164.874 unidades. Para algunos, fue el Porsche de acceso, sin duda; pero para otros porschistas con más posibles, nos consta, supuso un coche más ‘para todos los días’ que otros modelos más cotizados que tenían en el garaje.
Su motor fue creciendo en cilidrada y potencia; sus acabados, gama y prestaciones, también. Y no fue hasta 2016, coincidiendo con una notable renovación de la gama, como tanto el Boxster como el Cayman se empezaron a llamar Porsche 718 Boxster y 718 Cayman, con lo que ya tiene sentido que este mismo coche se perciba así como en versión con techo abierto o cerrado.
Hoy día, ni los puristas desdeñan las cualidades del Boxster -probablemente, porque claudicaron tras el Cayenne (2003), el Panamera de (2010) y sus versiones diésel e híbridas-, cuyo precio sigue siendo el más bajo del catálogo (desde unos 60.000 euros). Además, aunque los Porsche se revaloricen por días, buscar un Boxster de segunda mano en buen estado es especialmente recomendable…
Según criterio y gustos dela autor de la publicación!
Hemos seleccionado los coches clásicos que más han conquistado nuestros corazones: desde la práctica Espace, hasta un impresionante Bugatti de los años 20…
Cada año, muchos coches que consideramos todavía “modernos” se convierten en clásicos, pero pocos se destacan del resto. Hemos seleccionado aquí los 50 coches clásicos desatan pasiones… Al menos, entre los periodistas de AUTOBILD.
1. BMW M5 (E28)
Es un lobo con piel de cordero. Con el motor M88/3 del M1 bajo el capó, BMW M Group creó el primer coche con aspecto de taxi alemán capaz de generar litros de adrenalina pura.
2. Jaguar E-Type
La obra maestra de Sir William Lyons de 1961 fue una vez el superdeportivo de alguna manera económico. Las sexys líneas del E-Type no dejan indiferente a ningún aficionado a los coches, para muchos el coupé y el roadster de Jaguar encabezan la lista de los clásicos más bonitos de la historia. La primera Serie I llevaba un motor de 3.8 litros.
3. Citroën DS
Nunca antes, ¿y tal vez nunca más? tanto ingenio y sentido de la estética fluyeron de esa manera en un automóvil. Especialmente no en un automóvil que se fabricó durante 20 años y se compró a granel. Y con tecnología de vanguardia.
4. Benz Velo
Karl Benz ya fabricaba coches pequeños en 1894 y los vendía por todo el mundo diez años después de la invención del automóvil. Este “tetraciclo” con pinta de carruaje sin traqueteaba a una velocidad máxima de 20 km/h sobre las calles empedradas.
5. Ford T
La «pequeña hojalata» motorizó a Estados Unidos por ser muy asequible, y es que Ford fue el primero en implementar con éxito el concepto de producción en masa: 15 millones de «Tin Lizzys» en 19 años. No fue hasta 1972 cuando el Volkswagen Beetle pudo romper este récord.
6. Cadillac Eldorado Biarritz
La gente de Cadillac logró construir un castillo barroco sobre ruedas. Fíjate en las enormes aletas decorativas, como si la marca de lujo de General Motors quisiera suministrar automóviles para las autopistas espaciales intergalácticas del año 2525… pero en 1959.
7. Ferrari F40
La venganza brutal de Ferrari: el viejo Enzo sabía que su reloj estaba corriendo, y el F40 debería ser su legado: motor V8 biturbo, 478 CV, 324 km/h de velocidad máxima.
Esto es lo que necesitas para reparar un pinchazo en tu coche o moto
8. NSU Ro 80
La berlina Wankel no solo se adelantó a su tiempo, sino que también fue rápida y atractiva. ¿Qué otro automóvil conoces que dio forma al estilo de diseño de toda una clase, con una aerodinámica revolucionaria, conceptos audaces de motor y transmisión y mucho espacio?
9. Cisitalia 202
Este automóvil anunció la era moderna con la firma de Pininfarina. La idea de una carrocería tipo pontón era completamente nueva cuando la incipiente marca Cisitalia impuso esta encantadora forma en su pequeño cupé deportivo. No en vano, un 202 se encuentra permanentemente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Debajo del capó largo no hay un V12, sino un motor Fiat 1100 revisado, que entrega de 50 a 65 CV.
10. Porsche 909 Bergspyder
Los fanáticos del motor quedaron asombrados con la idea de un bóxer de ocho cilindros y dos litros en la parte delantera… del eje trasero. Pero lo que es realmente impactante: los inventores de Porsche, bajo el jefe de Desarrollo Ferdinand Piëch, redujeron el peso de este animal de plástico con un chasis de aluminio hasta los 430 kilos. Los dos 909 solo corrieron dos veces, en Gaisberg y en Mont Ventoux.
11. Volkswagen T2
La Bulli ofrece mucho espacio, es técnicamente simple y maravillosamente falta de pretensiones. Testigos de los años 70 y 80 recuerdan que la amaban gente de todas las clases sociales, desde ejecutivos viajeros hasta hippies que la convirtieron en su enseña.
12. Volvo 240
Es como una nevera con ruedas, y aun así consigue transmitir una increíble elegancia. Volvo lo planteó como un símbolo de estatus contra los símbolos de estatus. Duradero y espacioso, no pasa de moda porque renunció a virguerías estilísticas.
13. Opel Kapitän P-LV
Durante el milagro económico, Opel fabricó automóviles maravillosamente opulentos con chófer. El grande de Rüsselsheim era el automóvil más estadounidense en Alemania en ese momento y tenía el gusto de esos años de auge, cuando los alemanes miraban con nostalgia al otro lado del charco. Bajo el capó hay un motor de seis cilindros con una cilindrada de 2,6 litros, 90 CV y (incluso para los estándares actuales) una suavidad de marcha increíble.
14. Voisin C-25 Aérodyne
Era diferente por convicción. El ex fabricante de aviones Voisin fabricaba automóviles para ricos excéntricos de la élite parisina. Su obra maestra, el Aérodyne, rueda con un chasis casi adaptativo, cuya firmeza puede ser ajustada por el conductor.
15. Land Rover
El Landy nos lleva conquistando desde 1947, y no hay nada que se le resista, ni siquiera el paso del tiempo. No negaremos que los ingenieros de Rover se inspiraron en el Willys Jeep de EE UU, pero terminó teniendo su propia personalidad y su propia leyenda. Su último descendiente llegó en 2015.
16. Mauser Einspurauto
Más moto en un coche no es posible. A Mauser ya no se le permitía fabricar rifles bajo el Tratado de Versalles, por lo que fabricaron este coche que se conduce como una motocicleta. Menos mal que lleva ruedines.
17. Porsche 911 2.7 RS Carrera
El 911 2.7 RS Carrera es la joya en los 50 años de historia de un deportivo que se ha mantenido único durante más de medio siglo: ligero, poderoso, genial a altas revoluciones. Y con una carrocería arrebatadora.
18. Mazda MX-5
Básicamente, el mejor coche deportivo británico de todos los tiempos. Sí, ya sabemos que es japonés, pero es como si los ingenieros de Mazda hubieran ido de vacaciones a Norfolk y capturado el espíritu de los clásicos descapotables isleños. Como un Lotus, solo que mucho más duradero.
19. Plymouth Roadrunner Superbird
Chrysler quería robarle el título de NASCAR a Ford, por lo que Dodge y Plymouth les dieron a sus coches de serie un morro aerodinámico y un alerón XXL, y vendieron versiones de calle porque las reglas así lo requerían.
20. Mini
Todo el mundo lo amaba: desde los ases de los rallies hasta las familias con urbanas. El diseñador jefe de BMC, Sir Alec Issigonis, inventó el mini coche moderno de tres metros en el que cabían cuatro adultos gracias al motor transversal y la tracción delantera.
21. BMW 328
Ningún otro automóvil deportivo era tan pequeño, manejable y rápido como el 328 en ese momento. BMW construyó 464 unidades entre 1936 y 1940 en Eisenach con el motor de seis cilindros en línea mejorado de dos litros del 326 y un total de 80 CV. Muchos éxitos en las carreras se pueden atribuir a este deportivo, como la Mille Miglia.
22. Lotus Seven
Se merece estar en esta lista solo por la idea de Colin Chapman de ofrecer algo así como kit. Incluso con conductor, un Seven no pesa más de media tonelada: un automóvil mínimo, con el máximo placer de conducir.
23. Fisker Karma
Eliminó nuestros temores de un futuro eléctrico sin coches de ensueño. Aunque la marca está luchando por reinventarse, con su hermoso Karma híbrido enchufable, el danés Henrik Fisker nos mostró lo sexy que puede verse un sedán deportivo con propulsión eléctrica.
24. Jensen FF
Demostró que la tracción total no solo es buena para carreteras con baches. Y mucho antes de que a Audi se le ocurriera el Quattro. La forma del automóvil deportivo con la parte trasera de cúpula de vidrio provino de Vignale, los motores V8 del gigante automotriz estadounidense Chrysler. Y en West Bromwich, Jensen no solo fabricó el primer deportivo que araña el asfalto a cuatro patas, sino también el primero con ABS.
25. Lamborghini Miura
Fue el big bang que creó un nuevo universo de superdeportivos. Cualquiera que lo haya conducido siempre quiere volver a domar esta bestia salvaje. Con su doce cilindros, que se asienta a lo largo de la espalda del conductor, su carrocería plana con las características pestañas de plástico sobre los faros elevables y el chasis perforado que ahorra peso. Y el comportamiento de conducción, que de repente puede volverse maravillosamente violento.
26. Lloyd Alexander TS
¿En serio? ¡Sí! Porque él es el antepasado de todos los coches pequeños deportivos. El hatchback ni siquiera se había inventado todavía. Con 25 CV y un eje trasero de brazo semitirado, un Alexander TS («Touren-Sport») era divertido en lugar de un coche para simplemente llevar a personas (de baja estatura, eso sí) de un punto A a un punto B.
27. Mercedes 450 SEL 6.9
El jefazo de las Autobahn se llama W 116 y lleva el motor más grande de los años 70, un Mercedes para jefes corporativos… y el canciller. La suspensión hidroneumática, la larga distancia entre ejes y el aire acondicionado venían de serie. Se granjeó muchos fans, pero no tuvo sucesor.
28. Audi Sport Quattro
Abrió un nuevo universo para la marca, que le debe su imagen deportiva. El Sport Quattro de 306 CV solo se fabricó 220 veces.
29. Morgan +8
Este diseño ha logrado resistir al discurrir de la historia como ningún otro. La cosa no ha cambiado mucho desde que Morgan presentó su primer coche de cuatro ruedas en 1936. A partir de 1968 llegó el Morgan con motor V8 de Rover. Si quieres sensaciones puras al volante, este roadster salvaje es una sobredosis sensorial.
30. Unimog
Este automóvil universal hace honor a su nombre. En Erhard & Sons soñaron con el ingenioso híbrido de tractor y coche ya a fines de la década de 1940. Lo hicieron construir por Böhringer en Göppingen antes de que Mercedes se hiciera cargo del taller. Más de la mitad de todos los Unimog jamás construidos siguen circulando. «Indestructible»: esta frase no se adapta mejor a nadie que al ingenio universal.
31. Fiat 500 Jolly
Ningún coche hace la vida más dulce que este. A pedido del entonces vicepresidente de Fiat, Agnelli, Ghia usó las tijeras de hojalatero y conjuró una espaciosa cesta de playa con sillas de mimbre sobre un Fiat 500, para los soleados paseos en el puerto deportivo.
32. Shelby Cobra
Le enseñó a Ferrari a temer a sus demonios. El granjero de pollos de Texas, Carroll Shelby, ideó el automóvil deportivo estadounidense más tóxico de la década de 1960. La idea era bastante simple: tome un roadster isleño con ballestas, el AC Ace, y colocarle un gran motor Ford debajo del capó. Particularmente salvaje: el Shelby Cobra 427 con un V8 de siete litros y 500 CV.
33. McLaren F1
Este aparato fue el rey de los superdeportivos en los años 90. Una velocidad máxima de 370 km/h significaba ir a 103 metros por segundo; ningún LaFerrari es tan rápido 20 años después. BMW suministró el motor de doce cilindros y 600 CV del coche ganador de Le Mans en 1997. Extraño: el F1 es un tres plazas en el que el conductor se sienta en el medio, por lo que los británicos se ahorraron la conversión del volante para exportarlo.
34. Opel RAK
Opel estuvo una vez lo suficientemente loco como para atornillar cuatro ruedas debajo de un paquete de cohetes. En abril de 1928, el primer Opel propulsado por cohetes rodó por la pista: una sensación. Luego, el 23 de mayo de 1928, el nieto de Adam de Opel rugió por el Avus de Berlín con el RAK 2, propulsado por 120 kilos de explosivos, a una velocidad de 230 km/h. Eso no fue suficiente para el récord mundial, pero a los miles de espectadores les gustó de todos modos.
35. Lancia Lambda
Era el coche gángster de la década de 1920: más ligero que otros, más ágil y fácil de girar, centro de gravedad más bajo, suspensión delantera independiente y ¡hola! – Frenos en cada rueda Cuando la industria del automóvil estaba aún en pañales, Lancia trajo el coche de pasado mañana: carrocería autoportante, motor de eje vertical.
36. Facel Vega HK 500
Vamos, conduzcamos por Gotham City y persigamos al Joker. La marca de lujo francesa fabricó automóviles para la jet set de aquellos años en París. Desde 1958, un V8 de 5.8 litros de Chrysler martilló bajo el capó del glamouroso cupé, cuyas formas fueron dibujadas por el propio fundador de Facel, Jean Daninos.
37. Mercedes-Benz 300 SL Gullwing
El “Alas de Gaviota” es un símbolo de la era industrial en la década de los 50: todo el mundo conoce el 300 SL. Solo 60 de los 198 fabricados se quedaron en casa, la mayoría fueron enviados a los EE UU por Mercedes. Cualquiera que haya podido abrirse paso bajo el ala de gaviota sabe que conducir el automóvil soñado de la década de los 50 es un festival para los ojos y los oídos. Nada ha cambiado hasta el día de hoy. Y así es como se conduce.
38. Alfa Romeo 1900 Sprint
Pininfarina no solo realizó diseños increíblemente hermosos para Ferrari. Se dice que un entusiasta de los automóviles debe haber tenido al menos un Alfa en su vida; afortunadamente, aún pueden encontrarse ejemplares de este coupé, fabricado en Arese.
39. Peugeot 205 GTI
Fue el mejor GTI de los años ochenta. En aquel entonces, no se le resistía ningún caminos rural por tortuoso que fuera, y los expertos que lo probaron lo llamaron «el GTI más real». El veloz 205 GTI avergonzó a la gente de Wolfsburgo, que defendía su condición de pionera con su Golf 1 GTI. En el Peugeot 205 GTI 1.9, 128 CV movían solo 880 kilos, y tenía el mejor comportamiento de todos los deportivos compactos de su época.
40. Tucker 48
Representó la cúspide de la inventiva de los EE UU en el mundo del automóvil. Cualquiera que sienta debilidad por los coches innovadores y los diseñadores locos adora este Tucker Torpedo de ojos ciclópeos (como se llamaba al coche en la preserie). A fines de la década de 1940, el empresario Preston Tucker quería crear el automóvil del mañana y fracasó estrepitosamente después de solo 51 automóviles fabricados a mano.
41. Saab 99 Turbo
El sueco que trajo el turbo a la clase media. En lugar de invertir en la costosa producción de un modelo superior de seis cilindros, la marca vitaminó su 99 con un turbocompresor. En 1977, el automóvil más deportivo de Trollhättan fue el Saab Turbo, presentado en el Salón de Frankfurt, con llantas de aleación, suspensión más baja, un alerón y un indicador de presión de sobrealimentación en el tablero.
42. Auto Union Tipo C
La lucha contra los elementos parecía no tener límites, allá por los años treinta, cuando el Auto Union plateado y los aerodinámicos coches de carrera de Mercedes competían de récord en récord. Patrocinadores: los nazis. En enero de 1938, la locura llegó a un final trágico cuando el viento atrapó al piloto estrella Bernd Rosemeyer. Su Auto Union volcó varias veces a 440 km/h y Rosemeyer murió.
43. Renault Espace
Fue la primera furgoneta compacta europea moderna, la única con carrocería de plástico y el verdadero germen del boom posterior de los monovolúmenes. Matra, el inventor de Espace, usó toda su experiencia aquí. El siete plazas francés cambió los viajes familiares, era un autobús y una camioneta al mismo tiempo y mucho más, con sus asientos variables y la sensación de espacio de una basílica.
44. Messerschmitt Tg 500
Aunque el scooter de 19,5 CV parece un saltamontes cansado, sus apenas 360 kilos corren como un galgo, pero también costaba tanto como un Volkswagen y, por lo tanto, nació para fracasar. Solo se fabricaron 290 unidades. Hoy en día, su precio es casi inestimable.
45. Ford Mustang
El padre de todas las fantasías de la Ruta 66. El Mustang siempre fue popular, nunca vanguardista. Pero eso no importa si logra que nos sintamos como Steve McQueen detrás del volante del pony car.
46. Tatra 87
El V8 refrigerado por aire en la parte trasera debajo de una carrocería de este tipo es simplemente impresionante. Diseñado para la nueva Autobahn del Reich, el aerodinámico Tatra alcanzaba hasta 160 km/h en ese momento. El diseñador Hans Ledwinka era amigo de Ferdinand Porsche; no es coincidencia que la forma recuerde mucho a la del Beetle.
47. Panhard Dyna Z
Esta nave aterrizó dos años antes que la DS: carrocería de aluminio, 660 kilos, consumo de 6,5 litros, 130 km/h de velocidad. El Dyna Z ofrecía el desempeño de un coche de carreras, la comodidad de un sedán y asientos para seis personas.
48. Bugatti Royale
En 1926, el supercoche de emperadores y reyes se llamaba Royale, era un vehículo superlativo de seis metros y medio de largo, más potente y exclusivo que cualquiera de los coches de la época:¡13 litros, ocho cilindros en línea, 300 CV! Aún quedan ejemplares en buen estado de los seis que se fabricaron y puedes hacerte con uno… si tienes 20 millones de euros en la cuenta.
49. Nissan Skyline
Así funciona el humor japonés: Nissan afirma que el GT-R R32 tiene 280 CV; la potencia real es, probablemente, el doble. Algunos aún van de compras en su R32, y destruyen algunos egos de conductores de Porsche en el camino de vuelta a casa.
50. Volkswagen Golf I
El coche que nos catapultó a la era moderna. En 1974, el Golf heredó el cetro del Beetle, el cambio de modelo más extremo en la historia del automóvil alemán.
Motor en línea en la parte delantera en lugar de un bóxer en la parte trasera, una carrocería autoportante Giugiaro, refrigeración por agua y tracción delantera. El Golf fue inmediatamente el coche número 1 de Alemania. Y se ha ganado un lugar permanente en nuestros corazones.
Uno de los problemas más frecuentes que surgen en los coches diésel (también en los de gasolina, pero, especialmente, en los diésel) es la aparición de hollín y carbonilla en el motor. Esto ocurre cuando se abusa de una conducción en ciudad y a bajas revoluciones. En AUTO BILD, te explicamos cómo quitar el hollín y la carbonilla del motor diésel y te damos algunos trucos para evitar que aparezca.
El hollín y la carbonilla son unos residuos sólidos que se depositan en la cámara de combustión de cada cilindro del motor, debido a la mezcla de aire y combustible durante el propio proceso de combustión. A diferencia de un motor de gasolina, en el que entra la cantidad de aire precisa para hacer la combustión, en un motor diésel entra mucho más aire, por tanto, hay más oxígeno que luego se mezcla con gotitas pulverizadas de gasóleo. Esta forma de hacer la combustión es lo que genera el monóxido de carbono y el óxido de nitrógeno. Y, con el tiempo, estas partículas se van acumulando, convirtiéndose en hollín.
Problemas que provoca el hollín y la carbonilla
Los motores diésel modernos están equipados con una serie de tecnologías para reducir las emisiones contaminantes y cumplir con las normativas anticontaminación, cada vez más severas. Esas tecnologías son, principalmente, la válvula EGR, el filtro de partículas FAP y el catalizador SCR con Adblue. Todo esto ha convertido a los vehículos diésel en verdaderos laboratorios con ruedas y hace que salga una cantidad muy bajas de sustancias nocivas por el escape.
Pero, si no tenemos cuidado, la acumulación de hollín y carbonilla puede provocar averías importantes en el motor. La válvula EGR se encarga de redirigir los gases de escape que emanan de la combustión al motor, reduciendo la temperatura y los óxidos de nitrógeno. Al conducir a bajo régimen y durante poco tiempo, se genera mucha carbonilla y, con el tiempo, la válvula deja de hacer su función, disminuyendo el rendimiento del motor y aumentando el consumo.
Esto obliga al conductor a salir, al menos una vez al mes, a la autovía para circular durante unos minutos con el motor a un régimen alto, para que la temperatura del motor limpie el filtro. También el catalizador SCR se puede ver perjudicado, ya que aumentará el consumo de Adblue y solo se conduce por ciudad. La acumulación de hollín y carbonilla, en definitiva, puede terminar afectando a otras partes del motor, como el turbo, las válvulas y las bujías.
Cómo quitar el hollín y la carbonilla del motor diésel
En primer lugar, ¿cómo saber si el motor diésel tiene hollín y carbonilla acumulada? Normalmente, si notas que el consumo ha aumentado de repente, notas pérdidas de potencia y aceleración o ves que el tubo de escape expulsa un humo negro, puede deberse a que el motor acumula residuos. En estos casos, podrías sufrir una avería mecánica derivada de la acumulación de hollín.
Elimina carbonilla, reduce el consumo, y prepara para ITV: el aditivo perfecto por 20 euros
Lo primero que te recomendamos es acudir a un taller de confianza para que hagan una descarbonización del motor, un proceso que consiste en una máquina que inyecta gas hidrógeno para limpiar la cámara de combustión y otros elementos. Suele costar entre 50 y 100 euros. También puedes optar por una solución más barata que ya te hemos mencionado: salir un rato con el coche por autovía y circular a un régimen alto para que entre más aire y los gases de escape tengan más fuerza para salir, liberando el hollín.
Más vale prevenir que curar
No obstante, siempre es mejor actuar de manera preventiva y no cuando llegan los problemas. Aquello de ‘más vale prevenir que curar’ lo debes aplicar a tu coche. Un buen mantenimiento rutinario evitará la acumulación de hollín y carbonilla y la aparición de averías mecánicas. Y, de paso, evitarás que tu coche no pase la ITV por emisiones demasiado altas.
Basta con realizar una serie de hábitos para que tu motor diésel sufra menos y dure más, como utilizar combustibles y aditivos de calidad, que evitarán la acumulación de residuos y limpiarán mejor las diferentes partes del motor. Igualmente, evita circular siempre por ciudad y a bajas vueltas para ahorrar combustible, solo conseguirás acelerar la acumulación de residuos. Y, finalmente, sal a una vía rápida y circula durante unos tres minutos a altas revoluciones para limpiar los conductos.
Cadillac Escalade es el SUV de lujo de los estadounidenses por definición. Ahora, el gigante está disponible con diésel por primera vez, y lo hemos conducido
La nueva generación del Cadillac Escalade, que ahora mide 5,38 metros de largo, ha perdido uno de los detalles más llamativos: los habituales faros verticales sustituyen ahora a las estrechas ranuras LED a izquierda y derecha de la parrilla.
Estrechos y verticales ahora son solo los intermitentes, que enmarcan el frontal de este Cadillac como sables de luz. Además, se han mantenido la poderosa línea de los hombros, un imponente juego de ruedas de 22 pulgadas y las luces verticales extremadamente largas en la parte trasera.
Bajo el capó
Un motor V8 atmosférico de 6.2 litros es ya obligado bajo el capó del Escalade. Pero el modelo que hoy nos ocupa viene a romper con esta tradición: el 600 D lleva el nuevo motor diésel Duramax.
Se trata de un bloque common rail de tres litros con 277 CV y 620 Nm, que ya impulsa modelos como la Chevrolet Silverado o el potente GMC Sierra. En la zona baja es algo débil, pero tras el ligero retraso del turbo empuja como un campeón y se mantiene silencioso.
Una tranquilidad que solo se ve alterada puntualmente, cuando la transmisión automática de diez velocidades (por lo demás muy bien afinada) cambia a una marcha inferior. Y una vez lanzado, es capaz de superar sin problemas los 200 km/h.
En movimiento
El chasis es cómodo a pesar de las poderosas ruedas de 22 pulgadas, pero en Escalade aún se balancea más que los modelos de BMW o Mercedes en las curvas rápidas. Gracias a la suspensión neumática adaptativa, absorbe incluso los baches pronunciados de forma relajada.
El Escalade es sobre todo un viajero relajado y de largo recorrido, y con la función Super Cruise opcional mantiene el Escalade seguro en su curso en la carretera sin que el conductor tenga que hacer prácticamente nada.
Por dentro
En la prueba, el diésel consumió poco más de diez litros cada 100 kilómetros, lo que está bien para un automóvil de este tamaño. El Escalade marca la pauta con su equipamiento de confort y seguridad y la enorme cantidad de espacio incluso en la variante con distancia entre ejes normal (3,07 metros).
Entrar y salir de los altos asientos del estadounidense es pan comido, porque al tirar de las manillas de las puertas, los voluminosos estribos se deslizan por los costados.
Los asientos de cuero con aire acondicionado son cómodos, versátiles y un ejemplo de confort para viajes largos. La parte trasera es igual de cómoda y, a diferencia de algunos competidores, los adultos también pueden sentarse en la tercera fila.
El espacio de carga tiene un volumen que va de 722 a 2.064 litros. En el cockpit, el conductor tiene frente a sí una pantalla digital gigante que se extiende en dos niveles sobre más de la mitad del salpicadero.
El control táctil y de voz funciona de manera excelente. Si también deseas sonido de alta tecnología AKG, bloqueo de diferencial electrónico, dispositivo de visión nocturna, entretenimiento trasero o el gran paquete de asistencia al conductor, puede aumentar rápidamente el precio base de poco menos de 86.000 dólares estadounidenses a poco menos de 110.000 dólares estadounidenses: lujo al puro estilo americano.
Autobild
Gestionar el Consentimiento de las Cookies
Utilizamos cookies para optimizar nuestro sitio web y nuestro servicio.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.